Taylor Swift, QAnon y la instrumentalización política del fandom

La semana pasada, Taylor Swift fue nombrada “Persona del Año” por Time. Los teóricos de la conspiración QAnon dicen que todo forma parte de una operación psicológica para alterar la trayectoria de las elecciones de 2024 en EE UU.
Taylor Swift cantando en el escenario mientras lleva un vestido negro de lentejuelas rojas y sujeta una guitarra roja
Taylor Swift en la noche de apertura de “Taylor Swift | The Eras Tour” en el State Farm Stadium el 17 de marzo de 2023 en Glendale, Arizona (EE UU).Kevin Winter/Getty Images

Taylor Swift sigue siendo inevitable. Los relatos sobre su reinado son numerosos, al igual que sus fans. Junto a Beyoncé, su poder y su influencia han alcanzado niveles tan desmesurados que resultan casi inimaginables. De acuerdo con Billboard, su gira Eras Tour recaudó casi mil millones de dólares en 2023 y la película del concierto de la misma ha recaudado casi 250 millones de dólares en todo el mundo. Cuando en otoño empezaron a circular rumores de que estaba saliendo con Travis Kelce, el tight end de los Kansas City Chiefs, el futbol americano se puso de cabeza. Aun así, después de que Time la nombróPersona del Año”, los teóricos de la conspiración solo vieron una explicación. Afirman que Swift es una operación psicológica para influir en la población.

¿Es Taylor Swift una estrategia para las elecciones de EE UU?

Si has vivido en internet el tiempo suficiente, habrás visto antes este tipo de historias. En 2016, cuando Taylor Swift era en general una persona apolítica en su vida pública, se transformó en una heroína de la llamada alt-right” (derecha alternativa); algunos consideraban que en realidad llenaba Estados Unidos de color rojo (republicanos) para promover una agenda racista y conservadora. Cuando habló de política en 2018, algunas personas en línea teorizaron, un poco en broma, que había sido sustituida por un personaje no jugable, un NPC, según The Guardian. ¿El último giro? “El régimen tiene planes para convertirla en un arma justo a tiempo para 2024”, publicó el miércoles en la red social X la cuenta @EndWokeness, añadiendo que si no te parecía posible “está claro que no has estado prestando atención”.

@EndWokeness tiene 1.9 millones de seguidores y, hasta el lunes por la mañana, la publicación superaba las 788,000 visitas. En Telegram, una cuenta de influencers de la teoría de conspiración de extrema derecha, QAnon, publicó que “tenemos que despertar a la próxima generación sobre las fuerzas ocultas que confabulan con sus celebridades favoritas”. Jack Posobiec, comentarista de derecha, publicó en X que “la operación psicológica de la mujer al mando Taylor Swift se activó por completo”.

Al reconocimiento de la semana pasada como “Persona del Año” le siguió también la reaparición de acusaciones de que Swift está haciendo brujería para aumentar su éxito y de que la izquierda la emplea para influir en las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos. Stephen Miller, asesor principal durante la presidencia de Donald Trump, publicó un mensaje en X manifestando que “lo que está ocurriendo con Taylor Swift no es orgánico”.

Todo esto sucedió la misma semana en que David Gilbert, reportero de WIRED, publicó una investigación sobre una campaña prorrusa que utilizó citas falsas de Swift en una serie de publicaciones en Facebook y X para intentar sembrar un sentimiento contra Ucrania, reforzando, de un modo totalmente distinto, que las celebridades son una poderosa herramienta de manipulación. Pocos días después, investigadores de Microsoft revelaron un esfuerzo similar, por parte de un grupo ruso desconocido, para alterar los videos en la plataforma Cameo de famosos como Elijah Wood y Mike Tyson para que pareciera que criticaban al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.

Swift es un ejemplo único de la intersección entre celebridad y política, y de cómo funciona a escala mundial, comenta Jonathan Dean, catedrático de Política de la Universidad de Leeds (Reino Unido). “Una característica importante de la cultura y la política en los últimos 10 años, sin duda en el Reino Unido y Estados Unidos, y probablemente también en un sentido más amplio, es que se ha producido una convergencia significativa en la gramática, el estilo y el modo, si se quiere, del fandom de la cultura pop y la ciudadanía política”, dice, refiriéndose a las formas similares en que operan los fandoms y los partidos políticos. “Taylor Swift es interesante en ese sentido porque es una encarnación real de esas convergencias”.

Simone Driessen, profesora adjunta de medios de comunicación y cultura popular en la Universidad Erasmus de Rotterdam (Países Bajos), está de acuerdo, y señala que, como la difusión de mensajes del fandom se ha fusionado con la de la política, el apoyo se moviliza fácilmente. Como expresa Driessen, “el (los) fandom(s), en particular las prácticas de lo que hacen los fans, pueden convertirse en armas”. Lo extraño es que, para quienes creen en estas aseveraciones, Swift ha llegado a un nivel en el que sería un poderoso peón político, todo ello sin su participación. El representante de Swift no respondió a un email en busca de comentarios sobre si la cantante formaba parte o no de una operación psicológica.

Bueno, quizá no del todo sin su aportación. La propia Swift sabe cómo plantar las semillas. Sus letras están escritas para que los oyentes las decodifiquen. Sus fans tienen sus propias teorías, como las de los gaylors, que interpretan cada imagen y mensaje de Swift a través de un lente queer, convencidos de que la cantante intenta señalar que, de algún modo, le gustan las mujeres. ¡Podría ser! Pero también, ¿a quién le importa? Hay quienes creen que se presentó en el partido de Kelce contra los Jets de Nueva York solo para alterar los resultados de las Búsquedas de Google y alejarlas del uso que hace de jets privados.

La influencia en política de Taylor Swift, la “Persona del Año”

El nombre de Swift llama la atención y eso es poder. Por eso el Estado de Israel la etiqueta frecuentemente en sus publicaciones en redes sociales y también los #SwiftiesForPalestine le han pedido que se pronuncie sobre la guerra entre Israel y Hamás.

Las celebridades han sido utilizadas por los movimientos políticos durante siglos. Los políticos son famosos. Los swifties son a la vez como todos los fandoms anteriores, pero también son únicos. Al permanecer en gran medida apolítica durante la primera mitad de su carrera, sus acólitos proyectaron en ella los valores que tenían. Cuando en los últimos años se declaró a favor de los derechos de la mujer y del colectivo LGBTQI+ y también de Joe Biden, alienó a algunos y atrajo a otros al rebaño.

Swift también creó un vacío en el que cualquiera podría alegar que era una agente de cualquier causa. Es difícil imaginar que los swifties crean que declaró que los ucranianos “se comportan como charlatanes”, por lo que las probabilidades de que una campaña prorrusa logre instrumentalizar su fama son escasas. Su posición respecto a las elecciones de Estados Unidos de 2024 resulta más indescifrable. Tal vez esa sea la verdadera operación psicológica.

Información adicional de David Gilbert. Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Andrei Osornio.